Thursday, December 13, 2007

Cuentos Hiperbreves. Episodio 2

El agujero negro le absorbió hasta los pensamientos.

Llamó a la puerta con todo el rencor acumulado a través de los años

El grito de espanto se escuchó en medio de la noche. Los animales salvajes supieron donde se ocultaba

Aquel día supo que su vida no tenía sentido.

Cuando se probó ropa del sexo opuesto logró encontrarse.

El terror invadió a los hombres al ver el Sol salir por el Oeste.

El asesino se dió cuenta que se había equivocador de víctima en el monmento preciso de asestar la puñalada

La bala venía hacia él y el tiempo se detuvo.

El nadador estaba en el aire después de tomar impulso para arrojarse al agua y vio al tiburón.

Joaquín tomó la mano de Ana y le dijo: te amo. Ella le contestó: yo no. Y se marchó

Mientras le quitaba con fruición la ropa interior se llevó la gran sorpresa. No era un travesti.

El caballero cayó a los pies de su vencedor esperando que le diera el golpe de gracia. Pero recibió un castigo peor, lo perdonó.

Pepe y Cacho se amaban tiernamente. Su dueña se dio cuenta que no sabía reconocer el sexo de los hamsters.

Vio a la mujer en medio de la multitud y supo que sería su amor para toda la vida.

El perro ladraba furiosamente cuando la tierra se abrió bajo sus patas.

El político prometió y cumplió. Se hizo sospechoso y no lo volvieron a votar.

Me miré en el espejo y era otro.

La ciudad estaba silenciosa mientras la bomba esta a cien metros del suelo.

Ayer me crucé con mi primera novia y no la reconocí.

Cuando superó todos los miedos supo que le llegaba la hora de morir.

Al morir supo que Dios y el Diablo eran en realidad la misma persona.

El sacerdote recibió la confesión con estupor. El asesino le dijo que lo mataría en dos horas.

Alberto se despertó y al mirar a su lado descubrió que su esposa aún estaba allí. Hubiera preferido encontrar al dinosaurio de Monterroso.

La calle estaba vacía. Solo yo miraba los papeles que se llevaba el viento. Tambien vi volar gatos, perros y tachos de basura pero nadie me creyó.

Un amigo le dijo: tu mujer te engaña. Yél le contestó: no es cierto, te engaña a ti pues me lo contó todo.

En medio del silencio infinito del espacio sintió golpes en la puerta de la cápsula espacial.

No comments: