Saturday, November 01, 2008

Cuentos con sueños, sueños con cuentos

Una noche soñó que era bailarín. Al despertar danzó por toda la habitación. Otra noche soñó que era corredor. Al despertar corrió por todo el departamento. Otra noché soñó que era gato. Al despertar maulló enroscado en la alfombra. Otra noche soñó que era perro. Al despertar ladró en el balcón. Otra noche soñó que era condor.
El hombre soñó con Satanás. No tenía tridente ni capa roja. Ni siquiera unos miserables cuernos. Estaba vestido con traje de corte italiano, corbata de seda, pulcra camisa blanca y reloj de oro. Le mostró una gran mansión con vista al mar y pileta alrededor de la cuál retozaban varias muchachas de senos y caderas generosas. Esta será tu casa, le dijo. No quiero despertar, musitaba para sí el soñador. No despertarás, le contestó el Diablo. Esto no es un sueño.
Anoche soñé que estaba en una trinchera peleando en la guerra, le dijo Juan a Pedro. El oficial me enviaba a una misión suicida y me mataba el enemigo.
Que exraño, dijo Pedro, Yo tuve un sueño similar. El oficial me preguntaba si quería ir a una misión suicida y yo le dije que mejor te enviara a tí.
En medio del sueño Esteban murmuraba el nombre de Laura. Su esposa, Alicia, lo despertó indignada. ¿Con quién sueñas? Le preguntó. No sé, contestó él. Cunado sueño no soy Esteban, soy otra persona. Ella se quedó intranquila. No estaba segura si cuando soñaba con Armando, el empleado de la rotisería, también era ella otra persona.
Cada vez que se dormía el hombre esperaba que fuera la última vez. Se sentía miserable llevando una vida miserable y no tenía valor para suicidarse. Ap retaba los párpados deseando la muerte y forzaba el sueño. Solo lograba verse a si mismo corriendo por un prado verde en medio de montañas majestuosas con cumbres nevadas y a sus pies un lago azul de aguas cristalinas. Una noche no despertó. Habá soñado que caía al lago y moría ahogado.
En un extremo de la ciudad un delincuente soñó que un policía lo sorprendía en medio de un asalto y lo mataba. En el otro extremo, un policía soñó que sorprendía a un delincuente en medio de un asalto y lo mataba. Cuando esa tarde se vieron frente a frente supieron que el destino era inexorable.
Aquel individuo soñó que era un carterista que se aprovechaba de las mujeres que llevaban el bolso de manera descuidada colgado del hombro. Ese carterista soñaba, a su vez, que era un ladrón de bancos, que soñaba a su vez que era un secuestrador que no vacilaba en asesinar a sus capturados si no le pagaban el rescate, que soñaba a su vez que era el líder de un grupo que tomaba por asalto el poder en una nación, que soñaba a su vez que realizaba numerosas ejecuciones de opositores sembrando la tierra de muertos. al despertar, el primer indiviuo quedó aterrado pues sus soñados no lo habian hecho y ahora andarían por ahí tratando de hacer realidad sus sueños.
Roberto soñó que se encontraba en medio de una ciudad abandonada. Los edificios estaban destruidos, los automóviles abandonados, los árboles calcinados. El silencio era total. La única señal de vida eran algunas aves de rapiña que volaban alto, aún presas del temor, pero dispuestas a bajar para saciar su hambre. Se despertó sobresaltado. Dominado por la angustia trató de llamar por teléfono a su amigos. Nadie respondió.
El náufrago solitario que habitaba desde hacía veinte años en una isla soñaba todas las noches que era rescatado por un barco para regresarlo a la civilización. Un día se cumplió su deseo. De regreso en su casa soñaba todas las noches que volvía a su isla.
El hombre caminaba por una calle oscura de los suburbios. Era de noche y corría peligro de ser sorprendido por alguna pandilla de delincuentes drogados. Apuraba el paso para llegar lo más rápido posible a su casa pero su temor se hizo realidad. D e pronto se vió rodeado por doce jóvenes armados con navajas y cadenas. Intentó escapar pero no pudo. Lo golpearon de maner salvaje hasta dejarlo tendido en el suelo con varios dientes menos, cortes en la cara y en los brazos y huesos rotos. El deseo de venganza se apoderó de él. Al despertar supo lo que tenía que hacer. Las doce noches siguientes soñó como torturaba y asesinaba cruelmente uno por noche, a los pandilleros, impasible antes sus súplicas de perdón. A la décima tercer noche durmió en paz.
El sueño es el espejo de tu alma, decía el viejo maestro a su discípulo. Si eres malvado soñarás con el mal. Si eres bueno soñarás con la bondad. El discípulo estba inseguro. Unas noches sus sueños era nescenas en donde se veía si mismo cometiendo toda clase de actos lujuriosos y violentos, otras noches soñaba que ayudaba a la gentey se prodigaba en amor hacia sus semejantes. Angustiado, interrogó a su maestro.
Eso significa que aún no estás preparado para la vida, le contestó éste, continuanconmigo y encontrarás el camino correcto. Pero los sueños alternados proseguían y no había enseñanza que los aclarara. Después de varios años el maestro lo dejó partir con una sola advertencia: Cuando sueñes con la bondad al despertar vive tu vida de acuerdo a ella, cuando sueñes con la maldad haz tu mejor exfuerzo para olvidar el sueño.
El joven discipulo no pudo cumplir con la orden, Unos días era el mayor benefactor de su pueblo, organizaba ayuda para los pobres y llevaba consuelo a huérfanos y viudas. Otros días se sumergía en bares y prostíbulos para emborracharse y tener sexo salvaje.
En su vejez comprendió que el maestro era un charlatan.

2 comments:

ALFREDO LEGNAZZI said...
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ALFREDO LEGNAZZI said...

CONSIDERO QUE TODOS LOS INDIVIDUOS LUCHAN A DIARIO CON SU ANTINOMIA.

NADIE ES ABSOLUTAMENTE BUENO O MALO. ES MAS CREO LA BONDAD NO EXISTIRIA SIN LA MALDAD Y EN ALGUNOS CASOS ES MUY DISCUTIBLE LO QUE ESTA BIEN DE LO QUE ESTA MAL.

LO BUENO DEL PERSONAJE ES QUE PUEDE COMPROBARLO POR SI MISMO, SIN QUE NADIE SE LO DIGA.

LO BUENO DE ESCRIBIR, ES REFLEJAR LOS SUEÑOS MEDIANTE PALABRAS Y COMPARTIRLAS CON LOS DEMAS Y PERMITIR ESTE TIPO DE REFLEXIONES

MUY BUENO EL CUENTO
UN ABRAZO
OSKAR